De Buenos Aires a Santiago de Chile en bicicleta: mirá las fotos de la travesía: Coca-Cola Argentina

El desafío de unir Buenos Aires con Santiago de Chile en bicicleta parece una tarea titánica, pero no lo fue para los participantes de One Team One Love (Un equipo, un amor), una iniciativa que formó parte de las actividades organizadas en el marco del 75° aniversario de Coca-Cola en el país. La experiencia reunió a empleados de la Compañía de Argentina, Chile, Perú y Bolivia, que, organizados en pelotones de ciclistas -algunos más experimentados, otros auténticos novatos-, completaron en ocho días el recorrido de 1350 kilómetros.

Ya de regreso a sus hogares y con el orgullo del desafío cumplido, los participantes de la travesía compartieron con Journey imágenes de la aventura. Disfrutalas.

Carolina Liporace, toda euforia, sostiene la bandera del equipo mientras celebra la llegada a Arrecifes, primera parada del recorrido. Ella aprendió a andar en bicicleta para poder participar de la experiencia: “No me lo podía perder. Al llegar a Arrecifes me latía el corazón como cuando estás por rendir un examen. Creo que cuando tuve a mi hija estuve menos nerviosa”, confesó Carolina.
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“Sentí un compañerismo magnífico”, declaró la peruana Rosy Gamarra Andreu, que describió el recorrido de Arrecifes a Venado Tuerto como “de ensueño”, “Había viajado a Buenos Aires miles de veces pero nunca al interior del país, fue muy gratificante”, dijo.
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A Mauro Bicocca la experiencia le demostró “que con el apoyo del resto del equipo, aún cuando ya no tenés más energía para continuar se contagian las ganas de no tirar la toalla y cumplir tu parte”. Cubrió el trayecto entre Venado Tuerto y Río Cuarto.
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“Me subí temblando a la bici y logré hacer 76 kilómetros”, relató orgullosa Gabriela Fautario, quien destacó la alegría de encontrarse concolegas a los que conocía sólo por mail. “Descubrir la grandeza de esas personas más allá de su correo electrónico fue una experiencia para aprovechar y disfrutar”, valoró Gabriela.
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“Fue una experiencia única, de esas que vas a recordar toda tu vida”, describió Tomás Gross, que participó de la etapa que unió Río Cuarto con Potrero de los Funes. Tomás consideró que formar parte de un equipo potenció la experiencia. “No hubiera sido lo mismo hacerlo solo. Eso es lo que te aporta el equipo, el apoyo, alguien que te ayuda, el esfuerzo que sentís que hacés por el equipo. Eso te llena de energía”.
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Sebastián Firpo fue jugador de vóley profesional durante más de 22 años, y por eso se animó a participar en las cinco primeras etapas del recorrido. “Ver a los que llegaban agotados de bicicletear todo el día, recobrar rápidamente energía gracias a los que venían frescos…para mí fue una experiencia única desde muchos aspectos”, dijo. Y agregó: “Me había entrenado bastante pensando que sólo iba por la exigencia física, y me llevé mucho más”.
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Leonardo Ferrari, segundo desde la izquierda, junto a sus compañeros de equipo en un alto del camino con la Cordillera de los Andes de fondo. “Fue una experiencia movilizadora y súper efectiva desde el conocimiento e integración de los equipos. No importaron ni las jerarquías ni las funciones, todos fuimos parte de un único equipo.”
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Santiago Salinas completó la etapa que recorrió desde Uspallata hasta Parque Aconcagua. “La experiencia superó ampliamente mi expectativa; fue algo único, increíble hasta rozar lo épico”, explicó Santiago.
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El chileno Daniel Vercelli participó de la anteúltima etapa. “La ansiedad que tenía por ponerme a pedalear fue comparable a la que tenía cuando era niño y se acercaba la Navidad”, recordó. “Nunca imaginé que cruzaría los Andes en bicicleta”, se emocionó.
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Alentado por su equipo, Gabriel Quiroga Cortez recorre el último tramo hasta Santiago de Chile. Oriundo de Bolivia, la experiencia supuso para Gabriel un cambio de paradigma. “Antes de esta experiencia tenía un límite en mi cabeza, y ahora tengo uno nuevo”, dijo.
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