Entender a la salud no sólo desde el contexto de una emergencia sanitaria, sino también como un valor que se forja en comunidad. A eso apunta el proyecto del Equipo de Producción y Construcción Alternativa (EPyCA) para combatir el coronavirus en los rincones más vulnerables del país: a llevar adelante un “poder de vida”, según describen sus impulsores. Se trata de un plan ambicioso que mira más allá de lo que muestra el horizonte y apela a los valores propios de cada territorio para salir adelante juntos y, si es posible, todavía más fortalecidos que antes.
La iniciativa, una de las cinco que apoyan Fundación Vida Silvestre (FVSA) y
La planificación conjunta con los beneficiarios para que las medidas sean las adecuadas a la realidad de cada territorio, es la clave de la iniciativa que aborda las múltiples problemáticas de cada lugar desde cuatro pilares fundamentales que se interrelacionan: salud, producción, desarrollo comunitario y formación. “La gente se muere si no tiene nada que hacer con sus manos, por eso nuestra idea es la de generar bienes y servicios a través de los procesos productivos”, explica a Journey Mercedes Gagneten, Presidenta de EPyCA y al frente de un equipo de unas 100 personas abocadas de lleno a hacer realidad este proyecto, que entre otras acciones contempla la reactivación de las economías barriales para que cada familia se genere sus propios alimentos.
Con una mirada integral, SaP no se trata únicamente de dar asistencia sanitaria en tiempos de crisis o talleres para producir más y mejor, sino que el foco también está puesto en mantener a la población emocionalmente en forma. “Hay quienes no van a estar activos pero necesitan una comunidad para encontrarle el sentido a la vida y, de esta manera, no deteriorar su sistema inmunológico”, cuenta Mercedes, en relación a un paquete de acciones que incluye apoyo escolar, contención a adultos mayores y actividades para fortalecer la resiliencia en momentos difíciles.
En total, en EPyCA estiman alcanzar a unas 2.500 personas de 17 territorios de siete provincias, tanto de grandes ciudades como de pequeños poblados rurales,: en Buenos Aires habrá acciones en 25 de Mayo y Mar del Plata; en Chaco, en Resistencia; en Córdoba, la ayuda se centrará en Río Cuarto, en los barrios Alberdi, Banda Norte y Las Higueras; en La Rioja, en el barrio El Condado, de Villa Castelli; en Neuquén, en la capital provincial y en Junín de los Andes; en Santa Fe, en Fortín Olmos y en los barrios Colastiné Sur, Cabal y Las Lomas y Villa del Parque de la ciudad capital; y en Santiago del Estero, en los parajes Bandera Bajada, El Cruce, Huaca Huañuna y La Manga.
El proyecto recibió $1.125.000 aportados por Fundación
“Nos enorgullece ver que el proyecto ya está en marcha”, confía Mercedes, y cierra poniendo el foco en la importancia de animarse a buscar soluciones en tiempos difíciles: “Para nosotros es hermoso que todos podamos seguir creyendo, porque la pandemia nos mata cuando no lo hacemos”.
Si querés conocer el proyecto para instalar en Chaco una sala pediátrica temporaria para niños con síntomas leves de Covid-19 hacé click acá
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