En Internet, los anuncios que solicitan promotores de eventos repiten lo mismo: buscan mujeres con “buena presencia” de entre 18 y 30 años.
¿Y si cambiamos el paradigma? La amplia sonrisa de Andrea Aragunde, de 40 años, y Karina Muello, de 44, llama la atención desde el stand de
Su presencia refleja una de las últimas iniciativas de la Compañía: contratar promotoras mayores de 30 años y, así, no sólo dar una oportunidad a personas que habitualmente quedan fuera de este mercado laboral, sino también demostrar que
Derribar el techo de cristal
Como les pasa a tantas mujeres de su edad, la carrera laboral de Karina –Técnica en Sistemas y con conocimientos de inglés y francés- muchas veces se vio truncada por un incompresible techo generacional. Pero su historia dio un giro cuando le ofrecieron trabajar para la Compañía en un evento sobre el Día Mundial del Medio Ambiente. “Una mujer de más de 30 años tiene experiencia y conocimiento del mercado. Por eso, puede presentar los productos de otra manera”, asegura Karina.
Y, evidentemente, tiene razón porque
En el descanso para el café, los participantes del foro escuchan atentos el proceso de fabricación de las pequeñas macetas realizadas con materiales reciclados y exhibidas en el espacio. Con simpatía, Karina y Andrea responden las preguntas de los más curiosos. Inspiran seguridad y confianza: esa que sólo dan los años.
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