Enmarcado en las actividades previstas en el Foro Económico Mundial (WEF) de Buenos Aires, el almuerzo parecía promisorio. Se trataba de un encuentro con jóvenes que por su excepcional potencial, logros e impulso por contribuir a sus comunidades, fueron distinguidos por el WEF como Global Shapers. Ellos tienen entre 20 y 30 de edad y buscan desarrollar su potencial de liderazgo para servir a la sociedad.
La red que los nuclea los ayuda a potenciar sus iniciativas, le permite conectarse con sus pares alrededor del mundo y representar la voz de los jóvenes en los eventos del WEF. El almuerzo, de más está decir, era una excusa gastronómica para lo que en realidad sucedía en el salón del Faena Art Center: decenas de jóvenes de América Latina intercambiaban experiencias, compartían iniciativas, tejían redes, sumaban aliados, escuchaban, aprendían y, desde luego, compartían conocimientos con sus pares.
Porque está claro que para convertirse en un agente de cambio no hay límite de edad, y el potencial de estos jóvenes está todavía muy lejos de conocer su techo. Con menos de 30 años, son líderes de negocios, de gobierno y de la sociedad civil. Los une su entusiasmo y optimismo, y están listos para hacer del mundo un lugar mejor.
Como socio de la comunidad Global Shapers,
Un ejemplo de esta colaboración es la que se estableció entre
Pero su caso no es el único: el almuerzo que compartí con los Global Shapers estaba lleno de gente como él, entusiasmada con sumar su aporte para moldear un mundo mejor. En
Cristian Pérez es Gerente de Asuntos Públicos de
Si querés saber más sobre el proyecto de Nicolás Wertheimer leé esta nota.
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