La producción frutihortícola, la de cereales, la pesca, el turismo y la ganadería, entre otros, integran el rompecabezas que impulsa y da forma a las economías regionales del país. Constituyen un engranaje dinámico en contínuo movimiento, por lo que constantemente surgen nuevos desafíos. Reunidos en la tercera edición del Foro de Economías Regionales organizado por el diario La Nación, referentes de los diversos sectores expusieron su visión respecto de los retos que enfrentan las diversas áreas productivas del país.
Javier Martinetto, Presidente de la Cámara Argentina del Maní; Fernando Nebbia, Presidente del Centro Azucarero Argentino y Soledad Izquierdo, Vicepresidente de Asuntos Públicos y Comunicaciones para
Aunque podría pensarse que la clave para el crecimiento de las economías regionales se limita alcanzar nuevos mercados -ya sean fronteras adentro o en el exterior-, lo cierto es que para sectores como el agrícola o el ganadero los retos se multiplican: en su producción inciden factores climatológicos, enfermedades y plagas. Ante estas cuestiones, la conformación de alianzas entre productores y empresas permite acceder a más recursos para investigación científica, desarrollo tecnológico, generación de empleo y aumento de los rindes.
Precisamente porque el agro constituye el eslabón inicial de su cadena de valor,
El diálogo continuo con los productores para entender sus problemáticas y acompañarlos en la obtención de mejores resultados permite afinar la sintonía entre las necesidades de la industria y los agricultores, lo que redunda en beneficios para ambas partes. “La verdad es que la mejor forma de ayudar y alcanzar soluciones de largo plazo es reunirnos con ellos, ir al campo, entender sus problemáticas, conocer sus historias”, añade Soledad. En el litoral, por ejemplo, gracias a un acuerdo entre la Asociación de Citricultores de Concordia,
Al mismo tiempo,
Otro de los objetivos de
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