El paraje La Loma es una zona de pequeños productores agrícolas que nació a partir de terrenos ganados a la selva marginal de Hudson, muy cerca del Río de la Plata. Por su angosta pero extensa calle troncal, la 163, se accede a buena parte de las quintas que son el motor del barrio. Es también el camino que recorren a diario más de 200 niños para poder estudiar. Los más afortunados, del tramo asfaltado, viajan en un colectivo escolar; los que viven del otro lado del arroyo Baldovinos, en cambio, deben recorrer a pie o en bicicleta varios kilómetros de senderos de tierra o barro, según las condiciones del tiempo.
Entre invernaderos y plantaciones a cielo abierto, y cuando faltan pocos días para que termine el ciclo escolar 2019, el comedor de la Escuela Primaria N° 11 de pronto se llenó de alumnos de 4°, 5° y 6° grado. Los reunieron allí, en el mismo lugar donde habitualmente desayunan, almuerzan y meriendan, para que recibieran una saludable sorpresa: un filtro de agua que les garantizará un acceso de calidad a este recurso esencial. Y que los estará esperando cuando regresen a clases, ya en 2020.
Por medio de juegos y actividades didácticas para que puedan conocer cómo funciona el aparato y por qué es importante su correcto uso y mantenimiento, la iniciativa de Proyecto Agua Segura (PAS) llegó para resolver una carencia que viven de cerca, ya que como en la zona hay conexión a la red de agua corriente, la escuela accede al agua a través de pozos que llegan hasta la napa y cuya potabilidad –se la analiza con regularidad– no siempre arroja resultados positivos.
El filtro les permitirá reducir el consumo de agua a través de bidones, que suelen ser entregados por el municipio pero que, en algunas ocasiones, se deben comprar a través de la asociación cooperadora. Y tendrá repercusión por partida doble: un segundo filtro se instalará cerca de allí, en la Escuela Secundaria N° 24.
“Consideramos que es una zona de riesgo para los chicos, así que esta novedad llega como una bendición. Este filtro nos va a ayudar a prevenir muchísimas enfermedades”, celebró en diálogo con Journey Ileana Gamboa, maestra de 5º grado de la escuela. Claudia Dorrego, su colega de 4º, agregó: “Y es un compromiso para trabajar en equipo, porque se necesita del otro para que el filtro esté en condiciones”.
En ese sentido, los alumnos que participaron de las actividades se comprometieron a convertirse en “Embajadores del agua” y ahora son quienes deberán contarle al resto de sus compañeros y familiares cómo se usa esta tecnología, y sobre la importancia de beber agua segura.
Un plan a corto y a largo plazo
La implementación de estos dos filtros formó parte de “Escuelas Activas”, el programa que PAS realiza en alianza con
María Eugenia Justo, Jefa de Comunicación y Asuntos Públicos de Reginald Lee, explicó: “Nos enorgullece contribuir con este proyecto y garantizar que cientos de estudiantes y docentes puedan acceder a agua segura gracias a estos filtros que ayudamos a instalar. A través de esta sinergia estratégica entre los distintos sectores seguiremos colaborando para mejorar la calidad de vida de la comunidad local".
Si querés conocer otras acciones a partir de la alianza entre Proyecto Agua Segura y
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