Hace falta recorrer un largo trecho tierra adentro para que el sinuoso camino colorado que arranca en la Ruta Nacional 14, en el corazón de la provincia de Misiones, empiece a revelar las primeras casas del paraje Guiray. Se trata de un puñado de construcciones ocupadas por unas 50 familias que, lejos de sentirse aisladas, aprendieron a convivir con las distancias que las separan prácticamente de todo; incluso de recursos esenciales como el agua, a la que acceden a través de distintas vertientes cercanas, pero que muchas veces, sobre todo en primavera y verano, se secan antes de que el sol marque el mediodía.
Hasta allí llegó Journey junto a representantes de la empresa social Proyecto Agua Segura (PAS), técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), autoridades de
Una vertiente es una surgente natural de agua dulce que brota del suelo; en parajes alejados de Misiones, muchas de ellas son la única fuente de acceso a este recurso. Protegerlas, entonces, resulta imprescindible para evitar que entren en contacto con contaminantes naturales o químicos, pero también para garantizar su máximo caudal. De eso se trata la iniciativa de PAS en esta zona donde la fuerza de la naturaleza se hace sentir: luego de que sus técnicos analizaran el terreno, se plantearon el objetivo de ampliar una determinada vertiente y encofrarla en una estructura de hormigón –como si fuera una especie de aljibe– para protegerla.

Para la realización de la obra fue fundamental el trabajo con la comunidad, que se organizó y tuvo un rol protagónico en la construcción. “Cuando forman parte del proceso, las comunidades ponen en valor el trabajo que se está haciendo y se lo apropian más rápidamente”, explicó a Journey Lía Renzini, Directora de Programas de PAS, que lleva adelante esta iniciativa público-privada.
De la fuente al hogar
La protección de las vertientes es la primera etapa de un programa que plantea una solución integral para el lugar: ahora los trabajos están enfocados en la colocación de una bomba en la fuente de agua natural, para luego construir una red que acerque el agua hasta los hogares. Se trata de una instancia compleja y que demandará tiempo, pero que para los habitantes del paraje significará dejar de recorrer enormes distancias cargando bidones y baldes.
Para cerrar el círculo, las familias del lugar también recibieron filtros que les asegurarán un agua libre de virus, bacterias y parásitos, similares a los que PAS y
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